Benemérito XVI, el Papa picoleto

Esta semana supimos que Ratzinger de Santander tiene amigos en Roquetas.
Esto es lo que pasó en uno de sus paseos mecanizados por la Plaza de San Pedro, en Roma:

Un hombre con bigote, con cara de mala hostia, camisa verde y pipa en la cintura le extendió la mano con un sobrero de tres picos de aspecto charolado. El Papa lo cogió con dificultad, porque el grueso anillo que adorna su mano derecha le reduce la movilidad. Enseguida reconoció la beneméerita insignia y exclamo: ¡¡HABEMUS TRICORNIO!!. Y sin cortarse un pelo se lo plantó.

Y fijaos lo contento que se puso cuando se puso el dichoso gorrito.

Pues nada, que habrá que tener especial cuidado con Benemérito XVI, el papa picoleto, porque igual algún día sus amigos le ofrecen una porra eléctrica y, con la misma sonrisa con la que aparece en la foto, se dedica a dar la bendición voltaica, al más puro estilo Intxaurrondo, a los feligreses.

Dios los crea y ellos se juntan, nunca mejor dicho.

0 comentarios: